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Fornells es uno de los rincones más emblemáticos de Menorca. Su belleza natural atrae a multitud de visitantes y residentes veraniegos entre los cuales hay muchos catalanes. De hecho, muchos de éstos conforman una especie de colonia de visitantes asiduos que los constituye en cierta forma como fornellers de adopción (no se me enfaden los amigos fornellers que diferencian perfectamente entre fornellers autóctonos y catalanes para desgracia de algunos defensores de la unidad pancatalanista). Ser visitante asiduo de un mismo lugar desde hace ya muchos años imprime un cierto carácter de integración local aunque solo sea de modo ficticio y superficial.

Uno de los primeros catalanes "importantes" que visitó el pequeño pueblecito pesquero fue Josep Pla. El llamado Patriarca de las Letras Catalanas, que naturalmente escribía Mahó para referirse a Mahó, se refiere en uno de sus escritos de viajes al pueblecito menorquín y recuerda su estancia en el primitivo hostal de Ca'n Burdó y las calderetas de langosta que allí (cuna original de la posterior expansión y fama del plato) se ofrecían.

Entre los actuales catalanes que asiduamente visitan Fornells en verano se cuenta con el nuevo presidente de la Generalitat catalana Sr. Mas. Según parece hace ya décadas que la familia Mas pasa buena parte de sus vacaciones veraniegas en este pueblo pesquero de la costa norte menorquina. Deben de pasárselo bien en Menorca ya que su reincidencia es crónica.

Aunque el Sr. Mas defienda unos principios que representan la esencia de un nacionalismo sectario y fenicio, el nuevo presidente de la Generalitat catalana me cae bien. Principalmente porque me cae bien la gente que persigue un objetivo durante años sin desfallecer en sus intentos por conseguirlo. La constancia es siempre un mérito y debe de ser reconocido. La constancia y la insistencia ("i sa caparrutia") es esencial para triunfar. No darse nunca, jamás, por vencidos es prueba de determinación que conduce finalmente al éxito. El nuevo presidente de la Generalitat fue derrotado en las urnas en varias ocasiones hasta que finalmente, por persistencia y ayudado ciertamente por una favorable situación político-social, ha recogido su premio.

No sabemos si el Sr. Mas dispondrá de suficiente tiempo en Menorca para quehaceres personales al margen de las atenciones que debe de dispensar a su extensa familia y se supone que a sus deberes (que no cesan en vacaciones) como comandante en jefe político de Cataluña. Si tuviese tiempo para la reflexión pausada podría quizás, desde el seguro conocimiento que debe tener de los menorquines por sus reiteradas visitas a nuestra isla, pensar sobre la forzada influencia que algunos de sus conmilitones proyectan sobre la personalidad de nuestras islas Balears.

Supuesto su respeto por la personalidad de Menorca, que debe de ser causa importante de sus reiteradas visitas a nuestra isla, debería plantearse la no ingerencia de esos subalternos políticos en la tradición cultural menorquina. Quizás debería plantearse que en vez de aportar reiteradas subvenciones a organizaciones que pretenden anular, tapar, nuestra personalidad y nuestras modalidades lingüísticas en aras a conseguir una forzada pan catalanización de las Balears, debería, él mismo, reconocer que estas ayudas solo consiguen provocar una imagen antipática hacia lo catalán que en nada ayudan a la buena imagen que la querida Cataluña debería tener en nuestras tierras isleñas.

También debería tener tiempo para sopesar la conveniencia de rectificar la inicial imagen de radical que se ha autoinfligido por sus primeras declaraciones como president. Sabemos que la política es un juego de amagar y fingir según las conveniencias del momento pero no debería provocar suspicacias que nos puedan devolver al pasado.

Debería alejarse de la "imagen Companys", aquel pobre president catalán que declaró en los años treinta y de la forma más inconsciente el imposible Estat Català con todos los problemas que trajo para la propia Cataluña.

Esperemos que las vacaciones en Menorca le sirvan para atemperar sus iniciales impulsos y pueda deshacerse de esa imagen de incipiente radical que muchos le otorgan hoy. Desde la simpatía hacia su persona así lo deseamos.