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Los hemos visto a lo largo de estos días en prensa y televisión. El presidente autonómico, los consellers de la cosa y los alcaldes de los municipios de la Isla sonrientes y relajados en la Feria Internacional de Turismo, en Madrid. Con innegable cara de satisfacción del deber cumplido como lo es representar a los ciudadanos del Archipiélago en las más variopintas situaciones. En esto nuestros políticos, y todos los políticos, salvo algún que otro negado para las relaciones públicas, son unos expertos. Sonreír a veces cuesta, pero es gratis. Otra cosa es materializar los buenos deseos y los buenos augurios. Esto sí que cuesta. Esfuerzo y dinero, más esfuerzo ahora que de euros estamos tiesos. Pero es la principal obligación de nuestros representantes, más incluso que la de ir a sitios y salir en las fotos. Por eso, el optimismo que desprende su paso por Fitur ha de ir acompañado de acciones concretas que permitan que todo esté listo al inicio de la temporada y no defraudemos a los visitantes que, pese a la crisis, se decanten por Menorca en sus próximas vacaciones.