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Esta es la historia de un menorquín que hizo fortuna en Argentina a principios del siglo XIX .

Le llamaban Pepe "el Mahonés". José Pons Faltwell, nació en Mahón (supongo que de madre inglesa), fue bautizado el 23 de junio de 1774 con los nombres de Joseph Ludovicus, Liborius, y vivió con sus padres en su Mahón natal hasta 1792, en que, a los 21 años de edad, emigró al virreinato del Río de la Plata. Concretamente a Montevideo, donde casó con una tal Ana Manuela Martínez García. Posteriormente los cónyuges se instalaron en Buenos Aires.

"Pepe el Mahonés", hombre activo, pronto prosperó y se convirtió en un acaudalado comerciante del transporte fluvial entre ambas márgenes del Plata, con flotilla de barcos propia.

Las invasiones británicas

En 1806 El virreinato del Río de la Plata, fue invadido por tropas británicas que ocuparon la ciudad de Buenos Aires, pero 45 días después fueron expulsadas por un ejército proveniente de Montevideo, comandado por Santiago de Liniers, al que se sumaron milicias populares porteñas.

Precisamente Pons se incorporó a las huestes que reconquistaron Buenos Aires con el grado de Capitán del llamado "Tercio de Catalanes". Por su activa participación en el hecho se le concedió una mención en la que consta: "la eficacia y fidelidad como se ha conducido el Capitán de la 6º compañía del Tercio de Catalanes, don José Pons".
Al año siguiente, 1807, los ingleses volvieron a intentarlo. Las tropas británicas conquistaron Montevideo, aunque fueron rechazadas por las fuerzas defensoras, cuando intentaron ocupar Buenos Aires. Éstas se componían, no sólo de las tropas oficiales al servicio del rey español, sino también de numerosas milicias urbanas, integradas por la población nativa a quienes se había armado y organizado militarmente durante el curso de las invasiones.

En este segundo ataque inglés, nuestro Capitán, al mando de 40 miñones y 6 voluntarios defendió la ciudad interviniendo en numerosas refriegas contra las columnas invasoras, entre ellas las del teniente coronel Cadogan que avanzaba por la calle del Correo, obligándola a retirarse y abandonar un cañón; en cuya acción actuó Pons, como expresa en su parte con fecha del 28 de julio: "tubimos algunos heridos, entre ellos el Sargento Francisco Girona, de cuyas resultas se le ha cortado el brazo derecho. Nadie nos quitaba de retirar nosotros el cañón –agrega el parte– quando lo mandé clavar, preocupados de perseguir a los enemigos en su retirada, se aprovecharon los Patricios de un momento favorable para apoderarse del cañón, atribuyéndose así toda la gloria".
Por su parte el Comandante de los Catalanes llamado Reynals, pidió al General Liniers que se reconociera el mérito de su batallón, y en particular el de. "el Capitán D. José Ponce (sic), que en este lance se portó con tanta marcialidad y nobleza".
Sin embargo intervino en el asunto, reclamando el cañón para los suyos, el Jefe de Patricios Coronel Saavedra, y dijo que:
"Ponce (sic) solo vio el cañón quando ya estaban muertos los caballos y ginetes que lo tiraban, muertos también y rechazados los enemigos de aquella calle, y que entonces un catalán, Francisco Salas, lo clabó sin necesidad, reconviniéndosele por los míos no lo hiciera".

En fin: un enfrentamiento más entre Real Madrid y Barça.
De orden de Liniers la disputa entre Catalanes y Patricios, acerca de quienes tenían derecho al cañón, se arbitró ante el Comandante de los Cántabros Pedro Andrés García. En las actuaciones todos los testigos declararon que el Capitán de Catalanes, indistintamente llamado "José Ponce" o "José Pons".

"habíase comportado con notable valor, ya que fue el primero que bajó a la calle del Correo, mandó clavar aquella pieza de artillería enemiga, e hizo retroceder mediante fuego mortífero a los britanos. Estos corrieron a refugiarse en la casa conocida por "de la Virreina Vieja", donde al cabo de una tenaz defensa de tres horas, el Teniente Coronel Cadogan –que perdió 140 hombres– tuvo que rendirse con solo 38 ilesos."
Dos años después de derrotados los ingleses, en 1809, el virrey Liniers, le concedió a Pons el estanco del tabaco. A la par continuó nuestro compatricio con sus barcos el tráfico entre Buenos Aires, Montevideo y la Colonia del Sacramento, extendido, además, a otros puertos de los ríos interiores.
Me pregunto si Pons y Liniers no hablarían alguna vez de aquel Mahón que conoció el Virrey, cuando como teniente de navío, participó en 1781 en la expedición de Crillon.

La Independencia

En mayo de 1810 la colonia criolla se sublevó contra España en demanda de independencia. José Pons permanecerá leal al antiguo estado de cosas, es decir a las autoridades españolas en la figura del virrey Liniers. En 1812 lo encontramos en Montevideo del lado de los realistas y obtiene patente de corso, capturando varios barcos "de Buenos Aires".

En 1814, José Pons refuerza la escuadra realista con la goleta de su propiedad "Catalana", con su balandra "La Podrida" y con varios lanchones de su propiedad e interviene en el combate fluvial de Montevideo, entre realistas y sublevados, Pepe "el Mahonés" actuó como "aventurero" (así se llamaba a los voluntarios ajenos a la Marina Real que participaban en los combates navales) donde con su balandra de 10 remos "La Podrida" y su goleta "Catalana" abordó al falucho de los sublevados "San Luis", armado con tres cañones y tripulado por 25 hombres y lo apresó.

Después, tras la capitulación de Montevideo, y el consiguiente triunfo criollo en la llamada "campaña de la banda oriental" "Pepe el Mahonés" pasó algún tiempo en la cárcel. Luego, cuando recobró la libertad, y ya con una Argentina independiente siguió trabajando con su flotilla mercante de cabotaje hasta la vejez.

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