Chantajes, cabreos y cintas de vídeo

- Voy a romper con él. Es controlador, exigente, insaciable. Me deja colgada cuando le viene en gana y sin avisar. Yo necesito alguien que me ayude a volar, no que me putee cuando más lo necesito…

Han saltado todas las alarmas y hemos visto una demostración contundente de que nuestra Constitución, en el puente de la ídem, prevé los mecanismos necesarios para restablecer una normalidad que apreciamos poco…hasta que se pierde.

Estábamos muy entretenidos con el juego del "Wiki-wiki". Una organización acababa de colgar en la red millones de documentos archisecretos, socavando los cimientos del imperio de occidente y, de paso, aumentando las ventas de periódicos en todo el mundo.

Berlusconi (ese "latín lover") organiza fiestas en las que hay de todo. A veces, con Gadafi, el hipocondríaco. Pronto saldrá su libro: "La dolce vita del Presidente". Ahmadinejad quiere que desaparezca Israel y dice que Estados Unidos representa a Satán. Chávez, no se calla porque le critican su forma de vestir. Putin (Ras Putin), es un machista que no se sabe planchar una camisa. Se critica a todo el mundo: y a la mayoría los ponen verdes. Incluso se meten con Zapatero, que propone una alianza de civilizaciones pero no puede ver al PP, que viene de una Alianza Popular. Todos critican a troche y moche. Pero ¿quién puede decir que no lo hace? Basta con ir a cualquier bar o reunión de vecinos. Tal vez forma parte de la naturaleza humana.

Las guerras, hoy en día, son también informativas o desinformativas. Las redes sociales difunden verdades, mentiras y cintas de vídeo a velocidad supersónica. El problema lo tienes tú, cuando tienes que diferenciar el trigo de la paja. ¿Qué pasa, si entre la avalancha de documentos clasificados, aparece uno con mi nombre?

En las películas americanas, te suelen confundir con alguien peligroso y te hacen la vida imposible. Por suerte, al final se arregla todo y los malos son derrotados. ¿Acaso no es la vida una película con variados argumentos?

La intimidad ya no es lo que era. Desde que los datos viajan por ordenador, se puede saber casi todo de todos. Datos colgados por ahí, esperando a que alguien los descifre y los divulgue "urbi et orbi". Por muchas contraseñas que pongamos, estamos expuestos. Hay que ser muy ilusos para creer que a través de los medios de comunicación actuales, podremos alcanzar la verdad. No seamos tan pardillos.

Por eso, no hay que escandalizarse ni reducirlo todo a buenos y malos. Vivimos en la endiablada era de la información, que es cambiante y fluida como el agua, y que por lo tanto, también produce filtraciones.