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De regreso a Bangkok después de cinco maravillosas semanas en "sa roqueta" pensamos que a nuestros posibles lectores interesaran más algunos temas del verano menorquín que la mercurial y corrupta política tailandesa.

Pero hay un caso especial. Pasan los meses (y los fines de año) y seguimos sin poder visitar esta joya del puerto de Maó que es el Lazareto.

Los políticos menorquines están demostrando su ineficacia y su poco poder en esta "serpiente de verano" en que se ha convertido el problema del Lazareto. En nuestra carta abierta al presidente del CIM, publicada en diferentes medios de la Isla, hicimos el25 de mayo del pasado año una historia documentada desde que Joana Barceló dijo hace ahora cinco años "El proyecto de Parador Nacional del Lazareto será realidad antes de fin de año". Joana Barceló era la presidenta del CIM i sólo han pasado cinco fines de año.

Ya que los sucesivos ministros de Sanidad del PSOE parece han descartado totalmente la idea de que el Parador Nacional de Menorca venga al Lazareto, quizá hemos de esperar que sea el próximo ministro de Sanidad del PP quien asuma la idea y se tome en serio la discriminación de que la única isla del archipiélago que no tiene un emblemático Parador Nacional sea Menorca.

Los paradores nacionales no hacen la competencia a los hoteles. Con pocas, pero selectas habitaciones, promueven un turismo que quiere algo más que sol y playa. Su prestigio eleva el nivel del turismo allí donde se establecen. Su poder de atracción para quienes buscan algo más que un barato "todo incluido", haría de Menorca una isla todavía más diferente y que beneficiaría económicamente a todo el comercio y los servicios sin perjudicar a la hostelería tradicional.

Los "veraneantes" del Ministerio de Sanidad tienen que aceptar que un edificio emblemático de nuestro puerto ha de poder ser visitado por los menorquines y el público en general. Nuestros políticos es evidente, que ante la postura negativa del PSOE al Parador Nacional, ahora ya se conforman con solicitar humildemente que por lo menos tengamos el derecho de visita. Las voces que creen que mientras sea propiedad de Sanidad, el Ministerio cuidará de su conservación, como tan bien viene haciendo y no ocurrirá el abandono que vivió la isla del Rey hasta que unos mahoneses beneméritos decidieron salvar del abandonado Hospital Naval Británico, posiblemente tienen razón.
Por tanto, si el Ministerio de Sanidad quiere seguir con la titularidad de nuestro Lazareto para el "veraneo" de sus funcionarios, debería acceder a este mínimo de mínimos como sería abrirlo unos días a la semana en verano a menorquines y "forasters". Unas visitas reducidas y guiadas en días fijos no tiene que "molestar" a sus "veraneantes". El ejemplo de la Mola y del Castillo de San Felipe y la accesibilidad que tiene "l'illa del Rei" tendrían que abrir los ojos al Ministerio de Sanidad.

Esta solución salomónica nos permitiría por fin como menorquines atravesar la gran puerta del Lazareto sin tener que pedir recomendaciones ni favores a quienes por su posición se nos han ofrecido para que lo visitemos privadamente. Ésta sería la solución ecléctica y razonable para acabar con la desagradable situación actual de un "Gibraltar", coto discriminatorio y cerrado en el puerto de Mahón.

Cansados de ser "la voz que ruge en el desierto" y viendo el escaso, o podemos decir nulo, interés que el Consell Insular de Menorca, nuestros representantes en el Congreso y en el Senado, o los partidos políticos de ámbito estatal o menorquín tienen en conseguir el Parador Nacional en el Lazareto, nos conformaríamos en que un día no muy lejano sea posible por fin visitar estos edificios que nos dan la bienvenida al entrar en Port-Mahón con su imponente arquitectura civil.

La solución salomónica no quita el privilegio a los "funcionarios veraneantes", pero abre por fin las puertas del "nostre Llatzaret" a menorquines y turistas.

Quien podrá negarse a tan aceptable salida al contencioso que tiene Menorca entera con el Ministerio de Sanidad?

Confiamos en que las visitas guiadas al Lazareto sean realidad antes de que otro verano se nos de con la puerta en las narices de la burocracia estatal y centralista.

Queríamos titular este artículo como "Usque tandem abutere patientam nostra..." del clásico pero hemos preferido hablar de una solución práctica y pragmática que con un poco de buena voluntad es totalmente factible.

Si el Parador Nacional de Menorca no se va a construir nunca en el Lazareto, pensamos que cualquiera de los preciosos y nobles palacios de Ciutadella podrían albergarlo. Pensemos en el Hostal de los Reyes Católicos de Santiago de Compostela. La Ciutadella monumental que tanto admiramos sería el marco perfecto para el Parador Nacional de Turismo de Menorca. Nos gustaría hacer un cordial llamamiento a sus buenos políticos y al pueblo de Ciutadella para que tomara esta idea aunque venga de un mahonés que "s'estima Ciutadella". Nos gustaría oír opiniones que vengan de "sa banda de mestral" ante esta sugerencia y saber que se pensaría de la posibilidad del Parador Nacional de Ciutadella de Menorca.
Amén