Sólo desde la autocrítica puede generarse un debate válido y sólo desde una diagnosis previa puede surgir un plan de acción. Así se planteó en el Foro Menorca Illa del Rei, que ayer en su segunda edición registró interesantes aportaciones por parte de los ponentes y una elevada asistencia, muestra del interés por participar en cuanto tiene como asunto la planificación o el contraste de ideas sobre el futuro de la Isla.
El punto de vista de los cinco invitados coincidió en, al menos, cinco cuestiones vitales. Menorca es una duda permanente en materia turística, sin una percepción definida de objetivos y, entretanto, se va haciendo. Hay consenso respecto a los valores medioambientales que dan personalidad específica a la Isla, su defensa es indiscutible. Es fundamental la seguridad jurídica para la confianza ciudadana y la garantía del empresario. Y, sobre todo, necesitamos una administración más eficiente, los ejemplos de penitencia burocrática relatados ayer causan vergüenza hasta a los propios funcionarios y responsables políticos. Por último, la tecnología digital, indispensable hoy para cualquier actividad, carece de cobertura general en la Isla, es cierto que hay planes de cobertura total pero la ejecución se demora.
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