No por el punto débil del gigante, sino por el color del polvo que levanta. La construcción del desvío de la carretera ha comenzado a ser una realidad y cuando ya podamos ver el final del túnel, del túnel que también se construirá quiero decir y el asfalto se haya enfriado y asentado, será el momento de echar cuentas, no económicas que ya las sabemos, echar cuentas sobre lo que se ha hecho y de lo que no se debería haber hecho.
Será sin duda un desvío que desviará y no sólo rutas sino también encuentros, mirador de todo aquello que quedará a sus pies, atalaya desde donde el poderoso observará al más débil, derrota para unos y victoria para otros, precio que hay que pagar en aras de la seguridad y de las comunicaciones cada vez más exigentes. Ya se habla de impactos negativos sobre el territorio, algo así como cuando en el Oeste, antes de ser bravo del todo, discurrían las locomotoras sobre los llamados, en traducida lengua apache, "caminos de hierro" sembrados de flechas, balas y cabelleras cortadas.
Cuando todo esté listo, vaya a saber usted cuando y siempre que la ubre de las subvenciones no deje de manar, la unión entre los dos extremos de la Isla será más sólida, al menos lo será territorialmente hablando, que lo sea también entre sus gentes dependerá de la capacidad de dialogo entre todos. ¡Clotellada al indio al que se le vea más de la cuenta el plumero!
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Menorca - Es diari
De momento no hay comentarios.