22/01/10 0:00
Ver a los inmigrantes sólo o principalmente como una competencia laboral en tiempos de crisis, como los beneficiarios de los servicios sociales, como deformadores de la cultura y las tradiciones es injusto y fomenta la xenofobia y la fractura social. La Iglesia celebra hoy la Jornada Mundial de las Migraciones. El Papa, en su encíclica "Caritas in veritate", afirma que "los emigrantes no pueden ser considerados como una mercancía, una mera fuerza laboral, porque todo emigrante es persona humana y como tal posee derechos fundamentales inalienables que han de ser respetados por todos y en cualquier circunstancia".
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