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El Partido Popular y Vox emprendieron ayer una ofensiva judicial contra el PSOE al anunciar el PP una querella por presunta financiación ilegal, cohecho y tráfico de influencias; mientras que el partido de Abascal avanzó que presentará una querella contra la presidenta del Congreso, Francina Armengol, por los contratos realizados cuando era presidenta de Balears. La dirección del PP analizó el informe remitido por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil al juez que investiga el caso Koldo, que señala el «papel relevante» del exministro José Luis Ábalos en la trama.

Esta acometida del PP y Vox para noquear al PSOE enfureció a la formación de Pedro Sánchez, que acusó a los populares de «sobreactuar» y acusó a Núñez Feijóo de carecer de «autoridad moral para exigir explicaciones». El PSOE reivindica la «inmediatez» y «contundencia» con las que reaccionaron con la suspensión de militancia a Ábalos y el expediente de expulsión del partido. Ábalos es hoy un gran problema para el PSOE y el Gobierno de Pedro Sánchez. Ambos valoran cómo salir del estado de ‘shock’ tras la difusión de los indicios de corrupción contra el exministro que era hombre clave en Ferraz y el Ejecutivo. El escenario político se enrarece y tensa aún más, crece la polarización política y cada día surgen más preguntas sin respuesta.