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Durante el pasado año, Caritas Diocesana de Menorca atendió a 1.863 personas -783 de ellas por primera vez- con un total de 2.635 beneficiarios y 14.358 respuestas gestionadas desde los distintos programas que lleva a cabo. Al presentar el balance de la gestión realizada, los responsables de esta entidad, que es el brazo social de la Iglesia católica en la Isla, alertaron de la cronificación de la pobreza en la población de Menorca. Lo confirma que un 40 por cien de las personas atendidas y acompañadas en 2023 han sido menores de 35 años.

Al mismo tiempo, el 41 por cien de los hogares atendidos son familias con menores de edad, lo que pone de manifiesto la incidencia de la pobreza infantil.
En momentos complicados para sus vidas, centenares de personas llamaron a las puertas de Caritas Diocesana donde hallaron respuestas y esperanza gracias a la solidaridad, el compromiso y la generosidad de la comunidad cristiana menorquina con las personas más vulnerables. El acceso a una vivienda digna y a precio asequible constituye el principal reto, con situaciones cada vez más dolorosas. Es un problema que demanda soluciones eficaces y medidas que ya no se pueden demorar.