Las conclusiones del último informe PISA (Programme for International Student Assessment, estudio de la OCDE de ámbito mundial que mide el rendimiento académico de los alumnos en matemáticas, ciencia y lectura) sitúan a España con los peores resultados desde que esta evaluación educativa se inició, en el 2000. Los alumnos del último curso de la ESO bajan ocho puntos en matemáticas; retroceden tres en comprensión lectora, y suben dos puntos en ciencias.
Los estudiantes de Balears se sitúan por debajo de las medias de España, la UE y la OCDE, con dos puntos menos en matemáticas y lectura que la media de España; y cinco puntos menos en ciencias que la media española. Los directores de los institutos de Secundaria atribuyen este batacazo al confinamiento por la Covid y la semipresencialidad, pero cada vez hay más adolescentes que acaban la educación obligatoria sin los mínimos y cada vez tenemos menos alumnos excelentes. El preocupante resultado consiste en que estamos igualando hacia abajo. Pero el problema se ha acentuado ahora porque ya lo advirtió el informe de 2018. ¿Qué medidas se adoptarán y qué impacto tienen los móviles en estos malos resultados?