La oferta de alquiler turístico en Menorca sigue creciendo, un 18,6 por ciento en dos años, según el análisis de los anuncios de Airbnb. No solo la legal, sino aquella que se lleva a cabo fuera de las zonas autorizadas.
Los datos permiten calcular los ingresos que obtienen los propietarios por el alquiler turístico y los ejemplos son ilustrativos: alquilando a turistas una casa el 70 por ciento de los días del año se obtienen seis veces más ingresos que haciéndolo todo el año a un residente. Por eso, el alquiler turístico en los centros de población distorsiona el mercado de la vivienda y reduce de forma considerable la oferta, por lo que provoca también un incremento de precios.
Es difícil estimar ahora los resultados del incremento del número de inspectores con que cuenta el Consell y de las importantes sanciones que se imponen, pero el control de la oferta ilegal es necesario para evitar los efectos negativos de esta actividad. Es significativo de que esta problemática no decrece el hecho de que el número de anuncios de Menorca en Airbnb ha alcanzado un récord de 3.845, de los que solo 37 están libres para el próximo mes de agosto. Ya no se trata de estudiar el problema sino de adoptar medidas que ayuden a paliarlo.
