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El Consell y los ocho ayuntamientos de Menorca acumulan 95 millones de euros en remanentes sin gastar. Es el dinero sobrante después de cerrar los presupuestos, porque las administraciones de la Isla ingresan más de lo que han previsto, pero también gastan menos de lo que habían anunciado y presupuestado. Este desfase registra un imparable crecimiento, de manera que en dos años, la cantidad remansada en las cuentas bancarias municipales y de la primera institución política menorquina se ha incrementado en diez millones.

Llama la atención que dos administraciones: el Ayuntamiento de Ciutadella y el Consell acumulen más de la mitad de estos remanentes de tesorería. Todo ello coincide con un incremento de la recaudación por los impuestos que cobran estas administraciones. Los menorquines demandan explicaciones, porque estos 95 millones de euros se tendrían que haber gastado en inversiones, mejoras y servicios públicos.

Estos reiterados retrasos ponen de manifiesto una gestión ineficaz que desemboca en incumplimientos. Los políticos locales, si no saben gobernar, también tienen la oportunidad de reducir la presión fiscal que soportan hoy los menorquines.