Reprocha Cristina Gómez que «no era necesario llegar hasta este punto de tensión, que ha sobrepasado innecesariamente a la institución insular» y añade la consellera de Unidas Podemos que «si hubiéramos aprobado en el pleno la Ley Reserva de la Biosfera habríamos dispuesto de quince días para incorporar o modificar apreciaciones de otras administraciones sin la necesidad de ofrecer esta imagen de ruptura y distanciamiento, y desgastar al equipo de gobierno».
Es la valoración de una de las formaciones que integran el gobierno tripartido del Consell después de una semana de tensión, desmarques y críticas. La imagen de desacuerdo a la que alude la consellera Gómez se repitió ayer al comparecer por separado los dirigentes de Més y el PSOE, en las sedes de sus partidos, para anunciar que la proposición de ley se aprobará en el pleno del 25 de abril. Pero hay muchas cuestiones que no se han aclarado de una durísima crisis para la que se pretende pasar página, pero con la impresión de que se ha cerrado en falso. Más allá de renuncias y desmarques, los menorquines se merecen saber la eficacia y las mejoras que aportará una ley que nace marcada por las discrepancias.
