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El nuevo presidente de El PI, Tolo Gili, afirma que «la división del partido no era una cuestión ideológica, sino interna» tras el congreso donde su candidatura obtuvo 300 votos con un apoyo del 56,71 por ciento, mientras que la lista alternativa, encabezada por el ibicenco Toni Roldán, alcanzó 229 votos, lo que implica una confianza del 43,29 por ciento.

Estos resultados reflejan una fractura interna que debe cerrar la nueva dirección de la formación regionalista. El primer objetivo que se plantea Tolo Gili con los vicepresidentes Xisca Mora y Jaume Monserrat por Mallorca; Antoni Bosch por Menorca y Lucía Ribas por Eivissa consiste en «crecer para romper el techo de tres diputados que históricamente han tenido los partidos regionalistas en el Parlament».

Para ello El PI debe demostrar su eficacia y utilidad con propuestas e iniciativas específicas para Balears sin estar sometido a disciplinas estatales. La gran asignatura pendiente para una formación que se denomina Proposta per les Illes Balears es alcanzar más representación pública en Menorca y las Pitïuses, reducida en la actualidad a cuatro concejales, de los que únicamente el de Sant Antoni (Eivissa) desempeña funciones de gobierno.