El cáncer de hígado se encuentra entre los más mortales. | Freepik

TW
0

El cáncer de hígado suele asociarse, principalmente, al consumo de alcohol. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista 'Cancer Biology & Medicine' pone de manifesto que hay otros factores aún más determinantes para su desarrollo, aunque no se puede olvidar que el consumo de estas bebidas debe realizarse siempre con moderación.

Los tumores de hígado se encuentran entre los más mortales y en el primer semestre de 2024 se cobraron la vida de 62 personas en Baleares. Sólo lo superaron el cáncer de pulmón (que causó la muerte de 260 ciudadanos), de colon (120), de mama (79), próstata (78) y páncreas (74). Por tanto, es muy importante tomar todas las precauciones posibles para poder evitarlo. ¿Cuáles son los factores que determinan su desarrollo?

El especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva, Joan Carles March, explica que «a escala mundial, el factor de riesgo más común del cáncer de hígado es la infección crónica con el virus de la hepatitis B o el virus de la hepatitis C». En este sentido, expone que hay varios factores que pueden aumentar su riesgo de padecer cáncer de hígado.

Uno de ello es el sexo, ya que «el carcinoma hepatocelular es mucho más común en los hombres que en las mujeres». Otro es la hepatitis viral crónica. «A escala mundial, el factor de riesgo más común del cáncer de hígado es la infección crónica con el virus de la hepatitis B o el virus de la hepatitis C. Estas infecciones causan cirrosis del hígado y son las responsables de que el cáncer de hígado sea el tipo de tumor más común en muchas partes del mundo».

Noticias relacionadas

En este sentido, March precisa que «las personas infectadas con ambos virus tienen un alto riesgo de padecer hepatitis crónica, cirrosis y cáncer de hígado». Además, advierte que «el riesgo es aún mayor si se consumen bebidas alcohólicas en exceso. Es importante tener en cuenta que «el virus de la hepatitis A, el de la hepatitis B (HBV) y el de la C (HCV) se pueden propagar de persona a persona por compartir agujas contaminadas (entre usuarios de drogas), sexo sin protección o durante el nacimiento. También pueden ser transmitidos a través de transfusiones de sangre». Otros virus también pueden causar hepatitis, por ejemplo el virus de la hepatitis A (que se ha disparado en Baleares) y el de la hepatitis E. «Sin embargo, las personas infectadas con estos virus no contraen hepatitis crónica, ni cirrosis; tampoco tienen un mayor riesgo de cáncer de hígado».

Otro factor de riesgo es la cirrosis, una enfermedad en la que las células del hígado se han dañado y reemplazado por tejido cicatrizado. «La mayoría, no todas, las personas que padecen cáncer de hígado ya tienen cierta evidencia de cirrosis».

El citado especialista resalta que «tener el hígado graso no se debe al consumo de alcohol, sino que es una afección común en las personas obesas. Es conocida como esteatohepatitis no alcohólica y podrían desarrollar cirrosis». Además, pueden afectar otras enfermedades, como la cirrosis biliar primaria; al tiempo que otras patologías metabólicas hereditarias pueden causar cirrosis.

March resalta que el consumo excesivo de alcohol también puede provocar cáncer de hígado; al tiempo que advierte que fumar aumenta el riesgo de padecer esta patología. Por su parte, matiza que «la diabetes tipo 2 ha sido asociada a un mayor riesgo de cáncer de hígado; generalmente en los pacientes que también tienen otros factores de riesgo, tales como consumo exagerado de alcohol, hepatitis crónica viral, o ambos. Este riesgo puede también ser mayor debido a que las personas con diabetes tipo 2 suelen tener sobrepeso o estar obesas, lo que a su vez puede causar problemas hepáticos».