La economía de Menorca da señales de recuperación. El mercado laboral recupera el pulso con el paro que bajan por tercer mes consecutivo, aunque 5.106 personas siguen en situación de desempleo; y más de 250 trabajadores han salido durante la última semana del ERTE, donde aún permanecen otros 1.657 menorquines. El progresivo control de la pandemia, con la vacunación iniciada en diciembre, augura la próxima apertura de numerosos establecimientos de alojamiento y restauración.
La sociedad insular se prepara para la reactivación tras muchos meses de parón e incertidumbres, agravadas por la lentitud con que se administraban la vacunas y los destinos competidores tomaban ventaja. Ante esta coyuntura favorable llama la atención que el Gobierno no adopte medidas para minizar el aumento en el precio de los combustibles, que en el caso de Balears se agrava como consecuencia de la insularidad y el suplemento fiscal que aplica el Govern. Frenar el arranque de la economía es la medida más inteligente para los momentos actuales. España, y Menorca de una manera muy especial, necesita dejar cuanto antes atrás la recesión, lo que facilitaría una reducción de la presión fiscal.