En diciembre concluyó la primera fase de la rehabilitación del antiguo hospital Verge del Toro de Maó. En 2017 el Govern acordó que destinaría sus instalaciones a pacientes crónicos y las personas cuidadoras.
En marzo de 2018 adjudicó la redacción del proyecto de esta primera fase y en enero de 2019 empezaron las obras, que han consistido en la reconstrucción de las fachadas y la consolidación de las estructuras. Cuatro años después el Govern anuncia ahora la segunda fase con la previsión de acoger, cuando haya concluido la intervención en el edificio así como el equipamiento y dotación de recursos, a 360 pacientes de larga estancia anualmente. El presupuesto de esta segunda fase ascenderá a quince millones de euros.
Pero la Conselleria de Salud elude concretar el calendario de ejecución así como la fecha de entrada en servicio para desempeñar las funciones asistenciales de hospitalización de enfermos crónicos, área ambulatoria y área de apoyo clínico.
Nos hallamos ante un proyecto que Menorca necesita, sin duda. Es preciso agilizar las obras para que esta segunda fase no se demore cuatro años más. Las visitas de obras han de transformarse en realidades.
