La decisión de reabrir Teatre des Born de Ciutadella el próximo 30 de octubre anunciada por la alcaldesa Joana Gomila y el concejal de Cultura Andreu Cardona, ambos del PSM, ha pillado con el pie cambiado a los otros dos grupos del gobierno municipal -PSOE y Gent per Ciutadella-; ha provocado el malestar del Cercle Artístic, y el Partido Popular, desde la oposición, reclama reconducir la situación para contar con la centenaria entidad cultural.
Constituye, sin duda, una magnífica noticia la reapertura del emblemático coliseo tras haber permanecido cerrado durante más de catorce años, pero una decisión de esta naturaleza debe ser fruto de un acuerdo institucional y no puede ser una actuación partidista. No se entiende que desde la alcaldía no se informase al Cercle Artístic, que no podrá celebrar su acto cultural más relevante, la entrega del Premi Born de Teatre, en el edificio que lleva el nombre de este prestigioso galardón literario. Los grupos políticos de la corporación municipal de Ciutadella y, naturalmente, el Cercle Artístic se merecen explicaciones por esta extraña decisión marcada por la precipitación y la improvisación que ha generado críticas razonadas.