El Gobierno ha enfriado las expectativas creadas sobre la declaración de Obligación de Servicio Público (OSP) de la ruta aérea entre Menorca y Barcelona, que representa un 55 por ciento de toda el pasaje de la Isla. La carta que Raúl Medina Caballero, director general de Aviación Civil, ha dirigido a la presidenta del Consell, Susana Mora, es clara: los datos del Ministerio sobre frecuencias y precios no justifican una declaración de OSP y es muy difícil que Europa la permita.
Es una respuesta que demuestra que Madrid no entiende el problema de la conectividad en una isla con doble insularidad como es Menorca. La unidad política sobre esta reivindicación debería ser un motivo suficiente para que el Gobierno no despache la propuesta sin profundizar en las causas y las consecuencias.
La ruta con Barcelona está operada por una sola compañía. Es la conexión más importante para Menorca. Es necesario limitar los precios para no estar sometidos a la gestión comercial en función de la demanda. Y además los no residentes no pueden pagar precios desproporcionados por viajar a la Isla. Es necesario que el Gobierno de Pedro Sánchez comprenda la importancia de esta reivindicación menorquina.