25/10/19 0:00
El traslado de los restos de Franco desde el Valle de los Caídos al cementerio de Mingorrubio repara, al menos en parte, una anomalía histórica. La generosidad de la Transición española fue excesiva al mantener la tumba del dictador junto a sus víctimas en uno de los monumentos más representativos de su régimen represor. Sin embargo, la ejecución de la exhumación ha supuesto una exhibición de medios públicos que entra en clara contradicción con el espíritu de la Ley de Memoria Histórica. Las miles de víctimas del franquismo es muy probable que no habrían aceptado este fenomenal despliegue.