Mientras persiste la indefinición sobre cuál será la ubicación definitiva de la estación de autobuses de la que aún carece Ciutadella, se plantea un adecentamiento de la zona de la Avinguda Josep Mascaró Pasarius donde hoy aparcan los autocares de transporte público. Los usuarios carecen de unas mínimas instalaciones donde reguardarse del sol, la lluvia u otras inclemencias meteorológicas, con una situación tercermundista que perjudica a menorquines y visitantes.
En mayo pasado el gobierno municipal de Ciutadella aprobó el proyecto para mejorar el denominado «intercambiador de autobuses» en la vía Mascaró Pasarius, pero cinco meses después, el contrato no se ha adjudicado porque ninguna empresa se ha presentado al concurso.
Lo urgente y necesario ya no son estas obras, también justificadas, sino cerrar de una vez por todas la decisión sobre el emplazamiento de una estación de autobuses que Ciutadella reclama desde hace años. Una asignatura pendiente en materia de equipamientos públicos cuya construcción no se puede demorar. El Ayuntamiento y el Consell deben priorizar esta infraestructura para que sea una realidad durante este mandato.