TW

La propuesta de Unidas Podemos para formar un Gobierno de coalición con el PSOE recibió ayer otra contundente negativa de los socialistas. El escenario surgido con las elecciones generales del 28 de abril no se ha movido ni un ápice, por lo que al persistir los desacuerdos entre las formaciones encabezadas por Pedro Sánchez -en La Moncloa como presidente en funciones y presupuestos de Rajoy prorrogados- y Pablo Iglesias nos hallamos en una situación de bloqueo.

El encastillamiento de las posiciones, con el veto del PSOE a la entrada de Unidas Podemos en el Consejo de Ministros, acentúa las desconfianzas mutuas mientras avanzan los plazos para una nueva convocatoria electoral, opción que desde hace semanas barajan los estrategas del secretario general del PSOE desde las sedes de Ferraz y de La Moncloa. Los ciudadanos asisten, sorprendidos y disgustados, a este espectáculo en el que priman los intereses electorales sobre la voluntad de negociar para cerrar un acuerdo.

Pero este eventual acuerdo de socialistas y morados nacería herido de muerte e incrementa la posibilidad, cada vez más próxima, de otras elecciones al haber quedado descartada la abstención del PP y Ciudadanos.