Francina Armengol seguirá como presidenta de Balears durante los próximos cuatro años al haber obtenido la confianza de los diputados su partido, el PSIB-PSOE, además de Unidas-Podemos, los dos Més (de Mallorca y de Menorca) y la diputada de Gent per Formentera. Pero la segunda investidura de Armengol ha quedado marcada por la profunda crisis que desgarra a Més per Mallorca, cuyos malos resultados electorales enfrentan a la dirección con los candidatos.
La toma de posesión de Armengol ha sido convocada para el lunes con las discrepancias abiertas en la formación econacionalista mallorquina, lo que afecta al nombramiento del senador autonómico y los dos consellers del futuro Govern adjudicados a Més per Mallorca en el reparto de los cargos.
En la votación del Parlament, PP, Ciudadanos y Vox votaron en contra de la investidura de Armengol, mientras que El PI se abstuvo. Arranca una legislatura que debe ofrecer estabilidad institucional, dar respuesta a las demandas de más vivienda en Balears, dotar de contenido al Régimen Especial, un nuevo sistema de financiación autonómica, y, en definitiva, afrontar los retos y cumplir los compromisos contraídos.
