El aeropuerto y el puerto de Maó concentran el 98 por ciento de las inversiones del Estado para Menorca, según el proyecto de Presupuestos Generales que ha remitido por el Gobierno de Pedro Sánchez al Congreso de los Diputados. En conjunto, para Menorca se ha previsto una inversión de 13,6 millones de euros, que triplica la del 2018, pero lejos de los 18,2 millones presupuestados para el 2011.
Llama la atención la inclusión de 4,7 de millones para continuar las obras de la carretera general, cuya demora en la ejecución motivó que el Gobierno central paralizara sus aportaciones al Consell insular. Pero esta cantidad no se gastará porque aún no ha conseguido definir la solución para el tramo Maó-Alaior, que sigue paralizado.
Al mismo tiempo, las primeras cuentas elaboradas por Pedro Sánchez recortan en un 11,7 por ciento el conjunto de la inversión para Balears, lo que constituye un agravio inaceptable para estas islas. Primero, porque la inversión en el archipiélago se sitúa por debajo de la media estatal y además no se ha incluido ninguna de las medidas del nuevo Régimen Especial de Balears reiteradamente anunciadas por el Govern. Balears no se merece este nuevo desprecio.