El Ayuntamiento de Maó y Autoritat Portuària, de la que depende el puerto, estudian la viabilidad de atraque de cruceros en La Mola. Constituye un intento para dar respuesta a un hecho motivado por las características y la configuración de la rada mahonesa: el puerto de Maó tiene unas dimensiones limitadas para el atraque y las maniobras de los buques cuya eslora y dimensiones van en aumento.
Este año se habían programado 115 cruceros, pero han llegado 97, con 18 escalas anuladas, de las que siete corresponden a Costa Cruceros que optó por fondear en la bahía de Ciutadella ante las dudas para operar en Maó. El 2017 se registró un tráfico de cien cruceros, después de cuatro anulaciones; y el 2016 se cancelaron 17 de las 99 escalas previstas. Para el 2019 sólo están programados 66 cruceros.
El atraque de estos barcos y el desembarque de los pasajeros en La Mola debe ser valorado tanto en los aspectos logísticos, con el impacto y coste de construcción de nuevas infraestructuras portuarias en una zona protegida, así como las garantías de traslado de los visitantes hasta el centro urbano de Maó.
Como advierte el edil Héctor Pons, «hay que ser conscientes de las limitaciones del puerto».