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El abandono escolar se está cronificando en el sistema educativo de Balears, como confirma el último estudio del Institut d’Avaluació i Qualitat del Sistema Educatiu referido a la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Dos mil alumnos no acaban los cuatro cursos del ciclo, un cifra alarmante, que en la última promoción alcanzó un porcentaje del 18,4 por ciento. Entre 2011 y 2015 se alcanzó el 24 por ciento y 2.700 adolescentes no continuaron los estudios.

Este preocupante fenómeno, que requiere medidas y acciones porque impacta en la línea de flotación del progreso y la cohesión social de Balears, se debe a distintos factores. Fuera de las aulas hay reclamos, muy vinculados a la actividad turística con beneficios inmediatos, que incitan a abandonar los estudios. Los empresarios deben exigir más formación.

En el ámbito docente hay que dar alternativas a los alumnos que quedan retrasados y apostar con mayor decisión por la Formación Profesional. Cada joven que abandona sus estudios es un fracaso que rebasa el mero espacio educativo, y los miles de alumnos que dejan los institutos aumentan su vunerabilidad en el futuro. La Conselleria de Educación debe actuar.