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En el acto «Memorial democràtic» celebrado el viernes en el cementerio de Ciutadella, donde están enterradas víctimas de los dos bandos que lucharon en la Guerra Civil 1936-1939, el conseller Miquel A. Maria anunció un proyecto para «la recuperación de la lista de personas menorquinas represaliadas por la dictadura franquista y la reconstrucción de sus relatos personales, de su biografía individual, social y política».

El gobierno del Consell, formado por PSOE, Més y Podemos, decidió que sólo tuvieran voz en este acto los familiares de represaliados de un solo bando. La recuperación de la dignidad y la auténtica memoria histórica exige conocer qué ocurrió en Menorca a partir de julio de 1936 cuando Dionisio Gelabert, herido en una manifestación por un conflicto laboral en abril de 1936 y fallecido tres meses después, es presentado hoy como la primera víctima del franquismo en la Isla. No se puede escribir la historia de la represión, las persecuciones y los fusilamientos a partir de febrero de 1930. Los diputados menorquines Teodoro Canet, de Unión Republicana, y Tomás de Salort, de la CEDA, asesinados en agosto de 1936, deben ser incluidos, entre otros, en las 30 primeras biografías.