El incremento del cien por cien de la tarifa del impuesto turístico respecto del año pasado, que se aplica desde el pasado 1 de mayo, ha sorprendido a los visitantes. A la desinformación y la sorpresa al tener que pagar el doble se unen las protestas y el malestar. Todo ello evidencia que ha faltado información por parte del Govern, que debía haber anunciado y explicado con claridad que doblaba este impuesto, también denominado ecotasa, de mayo a octubre.
Al mismo tiempo tenía que haber aportado el Ejecutivo del Pacte los motivos de este aumento que ha pillado por sorpresa a los primeros turistas de una temporada que en Menorca no acaba de arrancar. Se habrían evitado escenas de tensión en las recepciones de los hoteles. Muchos clientes repetidores no comprenden el incremento, que en el caso de los establecimientos de mayor categoría supone 4 euros por noche.
Cuando se están recuperando destinos competidores y existe una generalizada incertidumbre en el sector ya se está cuestionando la oportunidad de este aumento del impuesto turístico en Balears. Realmente, ¿era necesario subir el doble? Habrá que valorar el impacto al concluir la temporada de este año.