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La disolución de Joves Empresaris de Balears, anunciada ayer, significa que deja de celebrarse la feria Innovem, un foro desde el que Menorca daba a conocer e impulsaba tanto la innovación como la excelencia empresarial. Llama la atención que un proyecto, aprobado hace diez años, para fomentar el espíritu empresarial y la innovación entre los jóvenes de Balears y financiado con fondos de la Unión Europea, aún no se haya logrado justificar.

Alguien tendrá que asumir responsabilidades y dar explicaciones por la cantidad que reclama el SOIB, ente gestor de estos fondos de la UE, que asciende a 49.000 euros, que corresponden a la ayuda inicial de 39.000 euros más los intereses generados durante estos diez años. A esta irregularidad se suma un hecho grave y muy preocupante: la falta de relevo generacional que permita dar continuidad al proyecto de Joves Empresaris, teniendo en cuenta que Menorca ha sido la isla más activa. Pero la cruda realidad consiste en que no ha sido posible captar e incorporar a nuevos socios para que Joves Empresaris siga funcionando.

Preocupa que no haya una nueva generación de jóvenes emprendedores en Menorca.