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La economía menorquina cerró el 2017 con un crecimiento del 2,8 por ciento, menor que el alcanzado durante el 2016, que fue del 3,1 por ciento. Son los datos que aportó ayer la presidenta de CAEB, Carmen Planas, en el acto de reconocimiento a Joan Melis tras concluir su etapa como vicepresidente menorquín de la confederación empresarial balear y ser relevado por José G. Díaz Montañés.

La cifra del 2,8 es también menor que la media de crecimiento de la economía balear que durante el año pasado se situó en el 3,3 por ciento. Se refirió Planas a que «la economía menorquina ha normalizado su situación en un ciclo más maduro» para explicar esta desaceleración, que se añade a la reducción de la población insular.

En su despedida, Joan Melis manifestó el malestar del empresariado menorquín por los cambios de planes cada cuatro años. «Estamos agotados», aseveró ante la presidenta del Consell y otras autoridades políticas. Reclamó Melis seguridad jurídica y acuerdos para los «asuntos y sectores estratégicos de Menorca por encima de doctrinas políticas partidistas», para lo que puso como ejemplo Bilbao. Una advertencia contundente que debe ser atendida.