La devaluación de su moneda para hacer más competitivos sus destinos turísticos, medida que preparan desde hace meses los gobiernos de Turquía, Egipto y Túnez, constituye una advertencia que debe ser valorada seriamente en Balears. La World Travel Market arranca hoy con este aviso tras el que hallamos el propósito, nada disimulado, de quitar visitantes a nuestro archipiélago y también a Grecia.
Los hoteleros no deben dejarse arrastrar por estas agresivas actitudes porque Balears es un oasis de seguridad. Hay que estar en guardia, pero décadas de tranquilidad, vigilancia eficaz y servicio sanitario garantizado constituyen activos de primera. Lo aprecian todos los visitantes.
Reducir los precios en los destinos competidores no es sinónimo de éxito, pero todos los mercados cambian. Balears se sigue llenando y marca récords de ocupación porque la relación calidad-precio es excelente. Ello no implica dormirse en los laureles, ya que es preciso innovar, modernizar y mejorar. Los mayoristas saben que al final se impone la combinación de unas buenas vacaciones a precios dignos, que también incluye la seguridad. Pero para que haya actividad es preciso tener los hoteles abiertos y aviones operativos.
