TW

A la pérdida de un treinta por ciento de vuelos en relación a la temporada baja del 2016, debemos añadir ahora que la quiebra de la aerolínea británica Monarch, que el año pasado trajo a la Isla 163.000 pasajeros, deja a Menorca sin vuelo directo don Londres durante todo el invierno. De hecho, era la única conexión internacional operativa durante los meses invernales, que ahora desaparece.

En conjunto, una preocupante disminución de la conectividad que incrementa el aislamiento y la incomunicación de Menorca, con graves consecuencias para el conjunto de la sociedad y la economía menorquinas. Afrontamos uno de los inviernos con menos conexiones y trayectos, porque nuestro aeropuerto es el que se ve más afectado por el cese de actividad de Monarch, que este año ha operado 708 vuelos con 116.429 usuarios.

Las instituciones -tanto el Consell como el Govern- deben reaccionar y actuar porque los perjudicados son tanto la población residente como los potenciales visitantes. No dan resultado las gestiones para promocionar Menorca como un destino atractivo durante la temporada baja, por lo que vamos a entrar en una larga y penosa hibernación.