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El nuevo convenio de hostelería, con un aumento salarial del 17 por ciento para los próximos cuatro años, presentado el jueves en Palma por la Federación Hotelera de Mallorca y los sindicatos UGT y CCOO ha provocado la indignación y la protesta de los hoteleros de Menorca y Eivissa por las formas utilizadas. El presidente de ASHOME, Luis Casals, califica de «vergonzoso» que los hoteleros mallorquines actúen a espaldas de los menorquines.

Al mismo tiempo, las asociaciones profesionales de la restauración de Menorca, integradas en PIME y CAEB, consideran «inasumible» el incremento retributivo pactado porque mientras en Mallorca la temporada se prolonga durante diez meses, en Menorca se reduce a sólo cinco. En cambio, los sindicatos critican los bajos sueldos actuales y que el consumo repuntará gracias al incremento salarial. En este contexto, y con un convenio en vigor hasta marzo, no se comprende la precipitación con que se ha actuado ni el ninguneo a que han sido sometidos los agentes económicos menorquines. Este convenio ha sido decidido en clave mallorquina sin interlocutores menorquines para defender los intereses de Menorca.