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El Smart Island World Congress celebrado en abril pasado en Calvià, organizado por Fira de Barcelona, contó con elevadas aportaciones de las administraciones públicas, complementadas con patrocinios de empresas privadas.

Ahora se conocen los gastos del encuentro, cuyo presupuesto final rozó el millón de euros. Los únicos beneficios económicos, en torno a los 110.000 euros, fueron a parar a la Fira de Barcelona, integrada por la Generalitat de Catalunya, el Ayuntamiento de Barcelona y la Cámara de Comercio de la capital catalana. Un congreso como el Smart Island es una apuesta estratégica de Balears. Esta razón justifica la participación de las instituciones públicas. Da la impresión de que las subvenciones de las instituciones públicas carecen del control y justificación de los gastos, como el generoso pago de 30.000 euros al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero por una conferencia inaugural de apenas media hora de duración.

El compromiso de Fira de Barcelona es dar continuidad a este congreso. Los resultados de estos eventos nunca son a corto plazo, pero es preciso hacer un seguimiento exhaustivo para comprobar si se cumplen los objetivos.