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Balears vive una coyuntura histórica en la creación de contratos laborales. Ha alcanzado la cima de 550.308 afiliados a la Seguridad Social, con elevados índices de ocupación. Pero un análisis más profundo de la realidad revela que las bases de la recuperación no son todo lo sólidas que reflejan estas cifras vistosas. La temporalidad supera hoy el 80 por ciento de los nuevos contratos y la precariedad está muy extendida. Queda aún mucho trecho para contar con una estructura económica sólida, porque cualquier vaivén puede dañar un tejido productivo frágil, débil e inseguro.

Es preciso que los trabajadores de Hostelería sean reconocidos como fijos discontinuos o fijos; y que disminuya el empleo temporal en el resto de sectores. Pero debe reconocerse un empuje empresarial que no se veía desde hace años.

Pese a los inconvenientes que aún quedan por resolver, las actuales cifras de contratación han de servir de acicate para que la economía productiva funcione con eficacia y para establecer las bases de una recuperación efectiva y segura. La locomotora turística incrementa su velocidad, pero aún debe superar las estaciones de la precariedad y la estacionalidad.