Casi cuatro días ha tardado la policía británica en confirmar el asesinato de Ignacio Echevarría, el español que protegió a una mujer en el puente de Londres cuando fue atacada por yihadistas el sábado pasado. Echevarría murió en unas circunstancias aún no aclaradas.
Este trágico episodio se ha visto agravado por la inexplicable lentitud de las autoridades del Reino Unido en el proceso de identificación, mientras que los familiares han mantenido una ejemplar serenidad.
Scotland Yard debe justificar las razones por las que ha tardado tantos días en admitir la muerte de este ciudadano español. Cabe preguntarse si la actuación de la policía británica ha respondido a razones operativas vinculadas a la investigación de este nuevo ataque radical o una absoluta descoordinación interna. La familia Echevarría merece estas explicaciones, así como los detalles de su heroica acción. Estos sucesos se han producido en la recta final de las elecciones legislativas en Inglaterra. El debate sobre el 'Brexit' ha sido sustituido por el relativo a la seguridad nacional. Concluido el proceso electoral, corresponde explicar lo ocurrido y acabar con todas las sospechas.
