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El gran incremento, un 300 por ciento, de las renuncias a las herencias durante la última década en Balears evidencia que no solo la crisis ha incidido de manera decisiva en este aumento. Influyen otros factores como una mayor presión fiscal, de forma que se ha duplicado el importe de la liquidación tributaria, con una media de 10.000 euros.

La actual progresividad, que grava las herencias más elevadas, constituye un obstáculo que debe ser revisado, porque la recaudación global ha descendido un 28 por ciento en el último ejercicio, según los datos de la Conselleria de Economía y Hacienda del Govern. Estos datos obligan a replantear la vigente normativa porque no tiene sentido aumentar las liquidaciones individuales para que al final las arcas autonómicas de Balears obtengan menos ingresos.

El impuesto de sucesiones y donaciones ha de gestionarse con otros criterios de eficacia para acabar con el cada vez mayor número de renuncias a las herencias en Balears. La principal perjudicada es la Comunidad Autónoma por los contribuyentes que no pueden hacer frente a los altos costes. Se impone, pues, una revisión a fondo para recuperar el sentido y la naturaleza de este impuesto.