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El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) dio ayer luz verde a la fusión del Banco Mare Nostrum -entidad en la que participa Caixa de Balears- y Bankia. Esta integración es valorada como beneficiosa para los intereses de Balears tanto por los implicados como los gestores políticos. La opción es la que, a priori, genera menos impacto en BMN por su posición destacada en el mercado bancario balear, heredada de Sa Nostra. No cabe, por tanto, esperar un cambio sustancial en las actuales plantillas y en la red de sucursales que operan en el archipiélago.

Con independencia de la defensa de los intereses propios, el nuevo banco llevará aparejada una fortaleza añadida para afronta la devolución de los 24.000 millones de euros aportados por el Estado para superar su crisis en el pasado. Para la sociedad balear resulta fundamental la garantía de conexión con los ciudadanos y las empresas de las Islas. Sería un error dar la espalda al espíritu que hizo de Sa Nostra el referente financiero de miles de impositores y numerosas inversiones, un vínculo que no ha roto BMN estos años. Cabe esperar que el proceso de integración culmine con rapidez.