Las heridas del pasado se cierran con justicia, no con el olvido

Un proyecto legislativo de esta naturaleza, que incluirá el «derecho a la memoria», debe ser avalado y aprobado con un amplio consenso para que tenga éxito y cumpla los objetivos fijados. La redacción final debe ser pactada por todos los grupos parlamentarios para homenajear y proteger el testimonio de quienes pusieron las bases de la actual democracia. No puede redactarse esta ley desde el revanchismo ni mirar hacia atrás con ira, porque debe tener la generosidad y la altura de miras de reconocer todos los hechos y sus protagonistas.

El espíritu de concordia ha de inspirar esta iniciativa, que también está llamada a ejercer una función didáctica y de razón con un pasado que hoy nos interpela. La Historia no puede ser un arma arrojadiza para los reproches mutuos, porque las heridas se cierran con justicia y objetividad, no con el olvido.