La Asociación de Promotores Inmobiliarios de Balears advierte que el precio de la vivienda subirá el próximo año un 12 por ciento en el archipiélago, lo que debe provocar la reacción de los poderes públicos. El alquiler turístico -que el Govern aún no ha regulado- ha provocado el encarecimiento de la oferta hasta el punto que muchos propietarios solo ceden sus pisos a particulares durante la temporada baja, mientras que los reservan para visitantes en la temporada turística.
La escasez de suelo, las trabas administrativas y las secuelas de la pasada crisis provocan este encarecimiento. El alquiler turístico, con jugosas rentas, distorsionar el mercado, lo que acentúa las dificultades para acceder a un techo digno.
No se pueden poner barreras al campo, tampoco al sector inmobiliario, que en Balears se ha revolucionado con los visitantes que no optan por el alojamiento hotelero. Ante este tesitura, hay que dar salida a los pisos construidos durante el boom inmobiliario; el Govern debe gestionar con eficacia el parque de viviendas sociales y los ayuntamientos han de habilitar suelo urbano para evitar que su escasez encarezca un bien como es la propia casa.
