El vicepresidente y conseller de Turismo del Govern balear, Biel Barceló, declara que «la temporada de verano no da para más; ha llegado a un punto en el que no podemos tener más, más y más turistas». Responde el presidente de los hoteleros menorquines, Luis Casals, que la masificación durante las semanas-punta es provocada por la falta de ordenación, control y regulación de la oferta ilegal.
Al mismo tiempo, subraya el presidente de ASHOME que estos últimos quince años apenas ha aumentado el número de plazas hoteleras en Menorca, que se mantiene en torno a las 50.000. De hecho, está limitado a 52.000 plazas por el techo del Plan Territorial Insular.
Durante este mismo tiempo ha ido creciendo el número de plazas no reguladas ni legalizadas, que escapan al control de las administraciones. Estas críticas no deben caer en saco roto, porque el Govern -y también el Consell- deben actuar contra esta oferta ilegal que, además de no tributar, constituye una competencia desleal.
También deben contar los hoteleros menorquines con las mismas facilidades y oportunidades que los mallorquines para llevar a cabo la modernización de los establecimientos.