La barbarie terrorista ha vuelto a golpear a Francia en Niza durante la celebración de la fiesta nacional del 14 de julio. El resultado ha sido una masacre en la que han perdido la vida 84 personas y otras 200 han resultado heridas, de ellas 52 se hallan en estado crítico. La trayectoria mortífera del camión conducido por un francotunecino multiplicó el efecto brutal de esta acción, que aún no reivindicada, pero es atribuida al islamismo más radical y asesino.
Los vecinos de Niza han respondido con serenidad y solidaridad. Quienes han sufrido esta barbarie y toda Europea esperan que las medidas antiterroristas den resultados. No es fácil. Los primeros indicios apuntan a un 'lobo solitario' que actuó con total desprecio a la vida. La barbarie terrorista está golpeando a los países occidentales ante el desconcierto de los servicios de seguridad e inteligencia. Los métodos más despiadados del yihadismo se aplican en el corazón de Europa, que debe responder desde la unidad y la coordinación.
España no es inmune a esta nueva dinámica del terror, por lo que es preciso activar los mecanismos de alerta. El acuerdo político constituye la garantía de eficacia para el futuro.