La Casa Real anunció este martes que convoca, para los días 25 y 26 de abril, a los líderes políticos con representación en el Congreso a una tercera y definitiva ronda de consultas. El objetivo del rey Felipe VI consiste en constatar si «puede proponer un candidato a la Presidencia del Gobierno que cuente con los apoyos necesarios para que el Congreso le otorgue su confianza». O, en caso contrario, «proceder a la disolución de ambas cámaras y a la convocatoria de nuevas elecciones generales».
Esta iniciativa del Jefe del Estado se produce cuando se han roto las negociaciones entre PSOE, Ciudadanos y Podemos. La política es lenta y llena de matices, pero al final es implacable. Podemos no apoyará el pacto PSOE-Ciudadanos, lo que significa un nuevo fracaso de Pedro Sánchez. El secretario general de los socialistas ha intentado mezclar agua con aceite. Solo le queda la carta de un pacto con Podemos y el apoyo, explícito o tácito, de nacionalistas catalanes y vascos. Pero esta opción supondría la quiebra interna del Partido Socialista.
Ahora mismo solo cabe el escenario de nuevas elecciones, excepto que los estados mayores del PP y PSOE destapen alguna carta que dé la sorpresa.