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En dos años la población de Menorca ha registrado un descenso de 2.835 habitantes, según recoge la evolución del padrón. En el conjunto de Balears, Menorca, con solo un ocho por ciento, pierde peso demográfico porque el resto de islas del archipiélago sigue creciendo. De continuar esta tendencia, las Pitiusas tendrán una población que duplicará la menorquina, lo que ya se constata hoy en la distribución de los recursos de la Comunidad Autónoma entre los consells insulars.

Hay que analizar los motivos que han provocado este caída, así como los impactos y repercusiones para el conjunto de la sociedad y la economía de Menorca. La Federació de la Petita i Mitjana Empresa PIME apunta su efecto negativo al reducir el mercado, la demanda y la actividad, así como la reducción de una masa crítica para la conectividad aérea por el menor número de usuarios en los vuelos.

La cuestión de fondo es la estacionalidad del modelo económico de Menorca, que ocasiona grandes fluctuaciones en la población flotante, con la punta de máxima ocupación en agosto. Es el momento de abordar el debate sobre un modelo que masifica toda la isla en verano y la desertiza en invierno.