Según la Federació de PIME-Menorca, la temporada turística de este año ha sido mejor, en cuanto a facturación y ventas, que la del 2014. Y aún cuando la evolución de la temporada no ha sido uniforme en todos los sectores y zonas turísticas de la Isla, dos de cada tres empresas consultadas han facturado más durante este año.
Esta organización, que aglutina y representa a gran número de pequeñas y medianas empresas menorquinas, reclama a las administraciones que «generen confianza y seguridad jurídica para incentivar la inversión privada, principal motor de la actividad económica». Al mismo tiempo, advierte sobre el impacto del nuevo impuesto turístico, la paralización de inversiones públicas y el incremento de impuestos autonómicos al provocar pérdida de competitividad.
En este contexto, las declaraciones del conseller de Medio Ambiente y Reserva de Biosfera, Javier Ares, que propugna el decrecimiento de la economía menorquina deben ser clarificadas porque pueden conseguir el efecto contrario al deseado, y más cuando Menorca es la isla de Balears que presenta los peores indicadores.
Ser Reserva de Biosfera implica unas actividades económicas dimensionadas y sostenibles, así un crecimiento ordenado, acorde con el conjunto de la Isla.