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La Federació de la Petita i Mitjana Empresa de Menorca advirtió ayer que los positivos resultados económicos de la temporada de este año -favorecidos coyunturalmente por la inestabilidad de otros destinos- no pueden desviar la atención para que Menorca sea un destino competitivo. Ello implica, según la PIME menorquina, «ofrecer siempre a los clientes más y mejores servicios turísticos».

La apuesta a favor del turismo que reclaman los empresarios locales implica una mayor seguridad jurídica en la aplicación de todas las normativas para generar confianza e incentivar las inversiones. Una exigencia que va desde las normas  municipales -con gran incidencia en la actividad turística, como ocurre con la ocupación de  la vía pública- a leyes generales de carácter autonómico, que regulan el alquiler turístico.

La fórmula para dinamizar la actividad económica consiste en conciliar y unir al sector privado y el público en unos mismos planteamientos y objetivos. Menorca cuenta con una  oferta diferenciada basada en el turismo activo y de naturaleza, gastronómico, náutico, cultural y patrimonial, senderismo e hípica. ¿Sabrán ponerse de acuerdo los distintos actores?