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La iniciativa de construir un federalismo insular que propugna la presidenta Armengol para dar más peso, contenido, competencias y recursos a los consells debe interpretarse como un esfuerzo para aplicar en Balears lo que constituye un objetivo fundamental del Estado respecto a las comunidades autónomas. Francina Armengol quiere a su lado a los presidentes de los consells para articular un frente común ante el Gobierno central con el objetivo de obtener una mejor financiación que mejore la situación de desventaja en que se halla Balears respecto a otras autonomías.

Se trata del enésimo intento de plantar cara a Madrid, que hasta ahora ha dado magros resultados, porque el mal endémico del archipiélago es que paga mucho más de lo que recibe, con una situación negativa que se acentúa década tras década. Rajoy debe mostrarse receptivo a esta justa demanda.

Armengol también plantea dar más protagonismo a los consells en el Parlament, de manera que tengan más voz, capacidad para presentar iniciativas y proponer leyes. Ello permitirá potenciar y cohesionar las Balears, porque faltan muchos resortes y esfuerzos para unir a esta comunidad.