Hay casos clamorosos que ejemplifican a la perfección la hipocresía de los políticos, con independencia de su adscripción ideológica, cuando asumen la gestión institucional. Insisten en la falta de recursos públicos –de la que responsabilizan tanto al Estado como a la herencia recibida- para justificar recortes y demora en las inversiones. Balears perderá ahora más de 19 millones de euros en ayudas de la Unión Europea porque o no se han justificado adecuadamente o han sido mal tramitadas.
El actual Govern balear advierte que esta cifra se duplicará si antes de concluir este año no se aportan comprobantes de los gastos realizados. Los responsables autonómicos de Balears han incumplido de forma reiterada los protocolos europeos, de forma que el pasado año, con el Govern en manos del PP, la UE formuló una seria advertencia.
La sociedad ya no admite situaciones de impunidad, y cuando tantas proclamas se hacen a favor de la transparencia, hay que exigir responsabilidades para saber quiénes no actuaron correctamente al no gestionar con eficacia estos recursos europeos con el resultado de pérdidas millonarias para Balears. Los contribuyentes, que deberán cubrir con sus impuestos estos errores, tienen derecho a saber.