El Rey recibió ayer en Marivent a los responsables de las principales instituciones de Balears en lo que constituyó una primera toma de contacto con las nuevas autoridades tras las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo. Los encuentros despertaron expectación por el confesado republicanismo de muchos de ellos, pero todos se ajustaron al respeto de las relaciones con el jefe del Estado.
La oportunidad de mantener un diálogo directo con el Rey es una posibilidad que no pueden desaprovechar los dirigentes de Balears, ya que estas audiencias permiten transmitir y comentar la más alta instancia del estado los principales problemas que afectan a las islas, y buscar, en la medida de lo posible, su cooperación para hallar soluciones. La presidenta Armengol ya ha tenido ocasión de despachar en dos ocasiones con Felipe VI, pero todavía no ha se reunido con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Las autoridades reconocen el valor que supone para Balears la presencia de la Familia Real.
Es razonable fijar unas líneas de comunicación fluidas de nuestras instituciones con la Casa Real que propicien una convivencia sin estridencias y beneficiosa para las Balears.
